30 días de salsa

26/08/2011

Día 01: La favorita de todos los tiempos
Día 02: Una para cantar
Día 03: Una que te hace reir
Día 04: Una que te hace llorar
Día 05: Una que te han dedicado o te gustaría que te dedicaran
Día 06: Una que has dedicado
Día 07: Una con un soneo que te guste
Día 08: Una de la que te sabes la letra
Día 09: Una para bailar como si nadie te viera
Día 10: Una para bailar bien pegado
Día 11: Una de tu artista favorito
Día 12: Una de una voz masculina
Día 13: Una de una voz femenina
Día 14: Una que nadie espere que te guste
Día 15: Un son
Día 16: Una instrumental
Día 17: Una de tu niñez
Día 18: Una que te gustaría que fuera famosa
Día 19: Una de tu álbum favorito
Día 20: Una que te sube el animo
Día 21: Una de despecho
Día 22: Una de amor (no rosa)
Día 23: Una que pondrías en tu matrimonio
Día 24: Una para poner en tu funeral
Día 25: Una que te recuerde a una persona
Día 26: Una que te recuerde una situación
Día 27: Una que te recuerde un lugar
Día 28: Una rosa
Día 29: Una que la recuerdes por como la bailaste
Día 30: Una para escuchar y no bailar

Bonus Tracks:

Día 31: Una versión en vivo

Lulada

31/12/2009

Para finalizar el año me gusta hacer varias cosas, una de ellas es una refrescante lulada como esta que preparé hace pocos días:

Lulada

Preparando lulada. 1) Lulos en la cama de hielo 2) Limonada 3) Lulada recién mezclada 4) El producto final

Todo empieza con varios lulos bien maduros, la importancia de que estén bien maduros radica en la forma en que se realiza la lulada. Los lulos primero se acuestan y se parten en dos, como limones para exprimir. Una vez se tienen todas las mitades listas se procede a exprimirlas encima de una cama de hielo previamente servida en alguna jarra. Al estar bien maduros toda la pulpa se desprende dejando solamente la cascara en la mano.

Hablando de limones, es necesario preparar una limonada con dos partes de zumo de limón y una de azúcar morena. Generalmente preparo medio vaso de esta limonada para cerca de 6 lulos y es acá cuando llega la parte dolorosa. Sobre la cama de hielo y pulpa de lulo se derrama la limonada y con las manos bien limpias se procede a mezclar la pulpa, la limonada y el hielo para así reducir la pulpa a trozos pequeños y hacer que el azúcar y el limón lleguen a todas partes. En algún momento las manos dolerán mucho a causa del hielo y será este el momento para pasar a usar algún tipo de mezclador mecánico.

Y así es como en los trópicos, o al menos en la región del Valle del Cauca, preparamos bebidas refrescantes. Gracias por leerme este año y que ojalá lo sigan haciendo el próximo. Mis mejores deseos para el 2010.

Word Cloud

03/12/2009

Word Cloud

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Básico

12/11/2009

Lo primero que hice la semana pasada cuando me sentí enfermo fue buscar en el supermercado una buena pierna-pernil de pollo, cebolla larga, papa de la que espesa, ajo y cilantro.

A mi mamá le gusta que el caldo de pollo que se toma en la casa sea casi cristalino, por esa razón a mi me gusta que sea igual. Para lograrlo lo primero que hago es quitarle la piel a la presa, lavarla y colocarla por dos minutos en agua hirviendo, luego detengo la cocción del pollo sumergiendolo en agua helada, boto el agua blancuzca y medio espumosa y la reemplazo por mas o menos un litro de agua. Devuelvo el pollo a la olla y va a la estufa en fuego medio-alto.

Al pollo lo acompañan dos dientes de ajo que machaco con la hoja del cuchillo, dos ramas de cebolla larga finamente picada, unos tallos de cilantro y una cucharadita de sal. Una vez todo esto empieza a hervir reduzco el fuego cuidando que se mantenga la ebullición. Veinte minutos más tarde agrego dos papas peladas y tajadas, esto hará que se detenga la ebullición. Una vez la ebullición haya regresado hará falta esperar otros veinte minutos.

Tras estos cuarenta minutos de ebullición el caldo estará listo y se podrá servir después de haber añadido las hojas del cilantro y un poco más de cebolla larga picada. Si se espera unas horas hasta tomarlo los sabores serán más fuertes.

Esta preparación es la básica de toda cocina, es la básica de mi cocina, de acá se parte para preparar las cremas de brócoli, ahuyama, coliflor, apio, etc. así como la ensalada de papá al estilo alemán. ¿Sobre cuál de estas quisieran saber más?

Curry 101

04/10/2009

Llevo poco más de un año perfeccionando el primer paso en mi camino hacia el curry, hoy siento que lo he completado.

Hace un par de días en el centro de la ciudad antigua entré a Hong Kong Store y allí compré una mezcla de curry japonesa que podríamos traducir como dulce, o mejor dicho que no es picante.

Siguiendo en la onda del dulce preparé esta mañana medio litro de agua de panela y   desaté en ella 60 gramos de la mezcla de curry acompañados por un hoja de laurel. Mientras esta peculiar agua de panela se tornaba espesa a fuego lento, tajé una papa, corté unas medialunas de zanahoria, preparé unos cascos de cebolla y pimentón, y arreglé unos cubos de piña.


Todos estos ingredientes fueron a parar en el orden inverso y con intervalos de poco menos de un minuto a la sartén, donde los esperaba una cantidad generosa de aceite de oliva caliente. Tras saltearlos por cerca de dos minutos bajé el fuego y los cubrí con el agua de panela que tenía al lado.

Después de 40 minutos de llenar cada rincón de mi hogar con el delicioso aroma de este potaje que se reducía en la cocina, tuve ante mis ojos un brillante, espeso, hermoso y delicioso curry, el cual una vez acompañado de una buena porción de arroz japonés me inspiró a cantar: “Sunday curry sunday”.

Nota: el siguiente paso es preparar mi propia mezcla de curry.

Mise en place

Los ingredientes listos para saltar a la sartén


Salteando

En la sartén los hago saltar para que queden bien salteados

Curry

Les presento a mi curry

Alemanes

02/10/2009

A vísperas de la fiesta nacional, que sea este un homenaje a la gente que habita la tierra que me ha acogido durante los últimos años.

Mi primera experiencia con borrachos alemanes ocurrió en el itinerante mercado de pescado de Hamburgo en Stuttgart. Esa tarde de verano mi hermano, que ronda los dos metros de estatura, chocó con un alemán tan alto como él, unos 15 años mayor y con mucho más alcohol en la sangre.

Tras el choque, el nativo de estas tierras se fue al suelo golpeando su humanidad de manera estrepitosa, en ese momento yo recordé todas esas peleas que había visto empezar en Colombia por choques mucho menos violentos y las amenazas de muerte gritadas por roces con menores consecuencias. No sé que sintió mi hermano cuando vio al hombre levantarse, yo sentí algo de miedo, solo pude pensar “no tenemos respaldo”. El alemán terminó de levantarse, nos miró un poco desorientado, nos pidió disculpas y siguió su camino.

El fin de semana pasado en el Oktoberfest recordaba esta anécdota, como la recuerdo casi siempre que veo grandes concentraciones de alemanes borrachos, y no termina de sorprenderme lo tranquilo que puede ser el ambiente a pesar de que la cerveza se tome por litros desde las 11:00, de que las mujeres muestren sus curvas resaltadas por apretado corpiños a través de sensuales escotes y de que se coma como cavernícola.

Sé que ocurren incidentes, sé que hay peleas, pero nunca he escuchado de tragedias. Dicen que los violentos son los ingleses y los italianos. Dicen muchas cosas. Pero como me decía J. durante el fin de semana que pasó: “si alguien solo viene al Oktoberfest, creería que todos los alemanes son gente alegre y amable, y nunca pensarían que son gente fría y lejana como se suele decir”.

Claro, esto es el sur, esto es Baviera y quizás sea diferente en el norte, pero es la Alemania que conozco. Un homenaje fotográfico a los borrachos alemanes y al Wiesn. Prosit!


Nota: El album completo, que irá creciendo en estos días, está acá.

Mensch, wir können Hans nicht vergessen

Así lo podrán encontrar sus amigos más facilmente


Recovery

Descansando y mostrando


Love is in the air

Love is in the air


I love you so much!

Ich hab’ Dich Lieb

Lentejas de amor y amistad

20/09/2009

Ya que mi primera entrada, en la que describo cómo preparo mis lentejas casi todos los domingos, ha sido la más popular he decidido añadir unas cuantas fotos para aquellos que deséen intentar la receta tengan un referente visual.

Mise en place cursi

Mise en place cursi


Preparando el guiso

Así de maduro debe ser el tomate


El guiso finalizado

El guiso finalizado


Mis lentejas

Este es el resultado final

No creo en el teflón

18/09/2009

No creo en el teflón y Estela Lucumí de Puerto Tejada, Valle del Cauca, Colombia, quien habría de colaborar con los oficios de la casa durante varios años, tampoco creía en él.

– Doña, yo no vuelvo acá si Ustedes no me colaboran, me toca muy duro.

– ¿Por qué Estela? ¿qué pasó?

– Doña, esas ollas todas quemadas, casi no les puedo sacar brillo.

– ¡Pero todas las ollas son nuevas!

¡En tu cara Imusa! ¡En tu cara DuPont! Estela Lucumí 5 : 0 Teflón.

No solo no creo en él porque se puede rayar y evitando dañarlo se termina evitando una limpieza a fondo. También cuando estoy cerca a una cacerola de teflón caliente hay un olor que me preocupa termine penetrando la comida. De hecho más de uno ha correlacionado los vapores y partículas del teflón con alguna enfermedad.

Yo prefiero las ollas completamente construidas en vidrio refractario o acero inoxidable. Son prácticamente inertes, no emiten olores, se dejan limpiar a fondo, se pueden llevar al horno y se ven muy bien. Desde que vivo solo mis mejores compras han sido dos cacerolas y un cuchillo en acero inoxidable, costosos al principio, pero muy agradecidos a la hora del mantenimiento.

Si lo que se quiere evitar es que se pegue lo que se prepara, hay que lubricar bien la sartén y no dejar quemar la comida. Si lo que se quiere es limpiar fácilmente, hay que lavar pronto con agua caliente o cocinar un poco de vinagre o jugo de limón.

Ha llegado la hora de las promesas: después contaré como preparo la tortilla de cebolla y papas en mi cacerola de acero inoxidable.

BD 99

16/09/2009

14 husos horarios de por medio y 9 años después, en mi facebook aparece una notificación: Paola has sent you a friend request.

9 años antes Paola y yo nos conocíamos en lo que en Colombia llamamos una fiesta de 15. Fue una cita a ciegas, resultado de la negativa de un amigo a ser su pareja esa noche. El otro amigo, el que nos juntó, me avisó con un día de antelación. Creo que fui elegido por mi ubicación geográfica, tal vez la única vez en la que vivir donde vivo hizo algo por mi vida social.

14 husos horarios de por medio ella y yo hablábamos: IM, video, teléfono. Gracias a la tecnología hablamos por horas sin pensar en cuentas. Nos contamos nuestras vidas y cada uno recordó nuestra corta relación a su manera. Esa tarde-noche-madrugada reímos y también casi-lloramos. Descubrimos amigos de mi pasado en su presente, nos enteramos que vivíamos relaciones similares, cada uno muy a su manera.

Los días que siguieron al reencuentro nos acompañamos con mensajes al celular, siguieron las conversaciones esporádicas, los mensajes, las llamadas. Como había ocurrido hace 9 años nos alejamos lentamente, pero esta vez no desaparecimos.

El reencuentro cara a cara sería 8 meses después. Verla llegar al café no se sintió como si hubieran pasado casi 10 años. Tal vez la desconcertó un poco encontrarme tomando jugo de fresas y leyendo un libro con la carátula llena de dibujos de baúles con piernas, magos, guerreros semidesnudos y otras criaturas similares. Tal vez el recibo de pago que encontró en mi libro mientras fui al baño la asustó.

El interés del reencuentro pasó, y fue así que durante los días que siguieron manifestamos la intención de vernos muchas veces,  a veces cumpliendo y a veces no.

Ahora solo nos separan 7 husos horarios, pero nos hemos alejado más. A veces el uno se acuerda del otro, o el otro del uno. Ella el otro día recordó que hacía un año nos habíamos vuelto a encontrar. “Feliz aniversario”, me dijo.

カレーが大好き

14/09/2009

–What’s a curry?

–HAVE YOU EVER BITTEN A RED-HOT ICE CUBE?

–No sir.

–CURRY’S LIKE THAT.

El mejor curry que he comido fue en un cocoichibanya cerca a la estación de Gotanda, era la una de la mañana de un jueves de verano y salíamos de una librería que cerraba a esa hora. Algunas veces había comido en restaurantes de esta cadena, pero no me parecía nada especial, sin embargo esa húmeda y calurosa noche el curry fue algo espectacular.

カレーが大好き

Creo que coincidieron dos factores para hacer de este plato algo único. El primero es que se trataba de un especial de verano y por lo tanto utilizaba los mejores ingredientes del momento: tomates cereza, gombo y berenjena.

El segundo factor es la hora de la visita, ya que la dificultad de prever la demanda a esta hora del día hace necesario que los platos sean preparados solo cuando se piden, y no como a la hora del almuerzo cuando en la mañana se prepara toda la pasta base y los acompañamientos más populares del curry, y se encuentra uno aveces con platos no muy frescos.

Cómo dice arriba, me encanta el curry, y después daré mi receta.